jueves, 25 de agosto de 2022

Dejar de procrastinar

En este artículo voy a intentar darte unos consejos para que consigas dejar de procrastinar.

Voy a empezar primero por explicarte un poco mejor lo que significa ese verbo: PROCRASTINAR

La definición exacta es: Aplazar una obligación o una tarea

Se trata de algo que todos hacemos, ya sea por pereza , falta de ganas o excusas varias... Se suele hacer cuando la tarea que tenemos que hacer, no es agradable para nosotros: es pesada, tediosa o difícil de realizar. Así que nuestro cerebro, o una parte de él, nos envía una invitación a realizar cualquier otra cosa que nos satisface más  a corto plazo.

Dejar de procrastinar


Algunos ejemplos de procrastinación:

  1. Hemos cambiado de estación y la ropa de invierno hay que guardarla hasta que llegue el frío y sustituirla por la del verano, también los zapatos y los complementos. Sabes que esta tarea, te va a llevar un tiempo, has decidido hacerlo esta mañana, pero aunque deberías ponerte a ello, no sabes cómo pero llevas una hora perdiendo el tiempo en tus redes sociales.
  2. Se aproxima el pago de impuestos y tienes que cerrar el trimestre y repasar los números antes de hacer la presentación correspondiente. Aunque tu deseo era tenerlo listo lo antes posible, llevas toda la semana haciendo tareas irrelevantes y no urgentes para no concentrarte y hacer lo que tenías previsto.
  3. Tienes un examen de aquí a dos semanas y la recomendación de tu profesor es que estudies al menos 1 hora diaria, porque los conceptos que tienes que aprender son complejos. En realidad esperas prácticamente al último día, engañándote con que has tenido muchas cosas que hacer y has preferido hacer un buen resumen y repasarlo al final que así "lo tendrás más fresco".

¿A qué te suena? Por supuesto, todos en algún momento hemos procrastinado, se trata de buscar la fórmula para dejar de procrastinar, porque desde luego la procrastinación no es una buena compañera.

 Así que ¡vamos a ello!



IDEAS PARA DEJAR DE PROCRASTINAR

  • Lista de tareas: Para mí, este es el primer paso fundamental, tener una lista de tareas a realizar, las que sabes que no debes o no quieres posponer. Deberás puntear cada tarea según vayas realizando, lo que hace más motivador el cumplimiento de toda la lista, ya que vas observando cómo se reduce tu trabajo a medida que vas avanzando, pruébalo!
  • Prioriza: Al diseñar tu lista de tareas, puedes priorizar las que más cuestan por pereza o miedo a afrontarlas y así estar relajada al avanzar la jornada o por el contrario quitarte las que menos tiempo y concentración requieran, para tener menos peso en la mente y dedicar luego más tiempo a las más complicadas. Puedes probar ambas opciones y ver qué te funciona mejor.
  • Asigna un tiempo a cada tarea: Va muy bien controlar el tiempo de cada tarea. Puedes anotar en tu lista de tareas cuánto tiempo piensas que va a requerir y anotar en otro color el tiempo real de realización. Esto además de motivar si "rascas" algunos minutos en cada tarea, te dará una estimación real del tiempo necesario para acabar tu trabajo.
  • Segmenta las tareas más complicadas: Esto ayuda en tareas más largas, porque si las divides en diferentes plazos, te resultará más fácil su consecución. Sabes que hoy puedes hacer un fragmento de esa tarea y mañana otro para al final conseguir superarla al cabo de los días.
  • Cuéntalo, compártelo: Cuando se trata de un proyecto más que de una tarea, que requiere de varios días o es un tema a largo plazo, es mejor contárselo a alguien, compartirlo para adquirir así el compromiso de llevarlo a cabo. Seguro que habrás visto a veces a gente que comparte sus  nuevos proyectos en redes sociales, probablemente sea para conseguirlo y no por postureo, una manera de no rendirse y de sentirse responsable con lo que una o uno se propone.
  • Una pausa cada 2 horas: Sabes que dispones de ese pequeño descanso cada dos horas, para hacer un break, tomarte un café con los compañeros, dar una vuelta a la manzana contemplando tu entorno, leer algún artículo de un blog que te guste... la idea es que esa pausa no supere los 10 minutos, lo suficiente como para poder desconectar del trabajo y animarte a continuar tu jornada al regresar.

Hay muchas más ideas para dejar de procrastinar, pero las principales son estas.

Todo es cuestión de proponérselo, de intentar que la mente no "juegue contigo" y que seas tú quien controle qué quieres hacer, procurando que ni la pereza ni el miedo te ganen la partida. Hay tiempo para todo si te sabes organizar y llevar a cabo tus planes, conseguir tus objetivos o proyectos te va a hacer sentir capaz y feliz.