Años atrás, cuando por fin llegaban las vacaciones, a mí me costaba desconectar al menos 4 ó 5 días después del último día de trabajo, lo que hacía que perdiera parte de mis vacaciones pensando en: Lo que me había dejado por hacer, lo que podría haber mejorado, lo que "sin falta" debía de hacer al volver...
Tenemos todo un año para hacer las cosas bien, trabajamos de sobra como para que cuando lleguen las vacaciones, de verdad sepamos disfrutarlas desde el minuto uno.
Ante todo... Relax! |
Propuestas para conseguir desconectar del trabajo durante las vacaciones:
- Salir del entorno habitual: Yo creo que este punto es fundamental. Con más o menos posibilidades, uno siempre puede alejarse del entorno habitual de trabajo. Si es posible moverse mejor: un hotel, un apartamento, un albergue, la casa de unos amigos, un camping... hay mil y una opciones para no quedarse en el mismo lugar. Alejarnos, nos hará separarnos del día a día, del ordenador, la agenda, el teléfono... Estar en otro entorno nos va a "obligar" a ello.
- Algo de planificación: No es cuestión de tener una "lista de tareas" para las vacaciones. Precisamente lo mejor de los días de descanso es no tener nada que hacer, la sensación de poderte levantar más tarde y no tener obligaciones. Pero también está bien por ejemplo si visitamos un sitio nuevo, unos días antes de llegar al destino, tener claro lo que nos gustaría visitar, los accesos y formas de llegar, las opiniones de otros viajeros, etc... Es una forma de aprovechar el tiempo y hacer cosas diferentes que durante el año por falta de tiempo no podemos hacer.
- Lectura: Para mí la mejor aliada para la desconexión en vacaciones. Me ayuda a olvidar mi día a día por momentos y a comprender mejor las emociones. Claro, esto depende de qué tipo de libro se escoja, aunque por supuesto como en todo, lo más importante es que a nosotros nos aporte lo que necesitamos. Descubrir otros mundos, conocer a sus personajes y vivir nuevas historias, nos ayuda mucho a "despegarnos" de nuestra rutina y hacernos reflexionar sobre nuestra propia vida.
- Buena compañía: Siempre es fundamental saberse rodear de personas con las que uno se siente bien, pero especialmente en vacaciones se ha de saber escoger la compañía. Hay que olvidarse de los compromisos y disfrutar del tiempo libre y la mejor manera es hacerlo con quien de verdad uno se siente a gusto y puede ser uno mismo. Aprovechar además para reencontrarnos con viejos amigos o familiares sin preocuparnos del reloj nos puede ayudar mucho a alejarnos aún más del día a día.
- Calma con el móvil y las Redes Sociales: Y digo calma porque desconectar del todo hoy por hoy es imposible. Eso sí, todo lo que hagamos tiene que ser para disfrutar y no para pensar en el trabajo. Olvidarse del correo electrónico por unos días en fundamental, ya tendremos tiempo de consultarlo al volver, pero ahora estamos de vacaciones... el móvil y las redes sociales en su justa medida. Hay que pensar que compartir algo no está mal si realmente a nosotros nos aporta bienestar, pero sin pasarse. A nadie le apetece ver cómo es nuestra vida cada 5 minutos... A nadie!
- Poner música: De la que más nos guste, tranquila, movidita, chill-out ... lo importante es que nos guste a nosotros y que nos dé buenas sensaciones. Si además nos gusta bailar, nos ayudará a hacer ejercicio y así aumentaremos la serotonina, esa sustancia que tenemos en el cerebro que es la encargada de regular nuestro estado de ánimo.
- Por supuesto... buen humor: Dejemos los problemas y las malas caras a un lado. Siempre hay algún problemilla que solucionar, pero en nuestra mano está el saberlo llevar. Es tiempo de relax, de disfrutar el momento, concedamos a los que tenemos cerca el placer de vernos felices, porque el estado de ánimo es contagioso y eso es para lo bueno y para lo malo, así que aprendamos a disfrutar de la vida y de sus buenos momentos.
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