Hoy en el blog de las buenas costumbres, me apetece hablar de algo que muchas veces se nos olvida: Nuestra actitud frente a la vida.
Sabemos que hay momentos en los que parece que todo se nos da la vuelta y nos sale mal. Te levantas por la mañana enciendes la televisión y te asaltan con malas noticias de economía, recortes, corrupción y un largo etc... Además nuestro hijo está de exámenes y creemos que no estudia lo suficiente . En el trabajo el ambiente está enrarecido y parece que todo el mundo nos viene a fastidiar.... Bien, toda esta perspectiva hace que nos sintamos desanimados, incapaces de afrontar una nueva jornada ni con 5 cafés.
Pero todo este panorama que nosotros vemos, sólo es una cuestión de actitud y de cómo queremos nosotros enfrentarnos a nuestro día a día. Si bien a veces las cosas no salen como a nosotros nos gustaría, también es cierto que una actitud negativa todavía empeora más las cosas.
Para ponerlo fácil, vamos a enumerar algunos consejos para tener una actitud positiva ante nuestra vida. Ahí van:
- Definir objetivos: A veces vivimos esperando que la gente de nuestro entorno apruebe todo lo que hacemos, sin tener en cuenta cuáles son nuestros propios objetivos. Con esto conseguimos no sólo sentirnos frustados por no hacer lo que realmente nos gusta, sino que además tampoco conseguimos complacer a todo el mundo, ya que lo que para unos es correcto para otros no. Es bueno saber establecer nuestros objetivos y no perderlos de vista.
- Practicar ejercicio: Como ya os comenté en este artículo del blog , la práctica de ejercicio físico es vital para mejorar nuestro estado de ánimo y eliminar el estrés. Empezar el día practicando algún tipo de deporte, nos ayudará a ir superando los retos de nuestro día a día.
- No dejar nunca de aprender: Sin duda la formación es fundamental para nuestra seguridad y madurez personal. Leer, reciclarse en materias que tenemos medio olvidadas, aprender cosas nuevas e incluso leer contenidos de blogs y pertenecer a grupos con un perfil similar al nuestro, nos ayudará a adquirir habilidades y no sentirse desplazado ni inseguro en alguna situación.
- Hacer listas con las cosas positivas: Es bueno darnos cuenta de todo lo bueno que nos rodea. A veces debido a tantos "imputs" negativos, nos olvidamos de que tenemos muchas razones para ser felices y disfrutar de la vida. Os aconsejo que durante el fin de semana hagáis una lista con todas las cosas buenas que os han ido sucediendo a lo largo de la semana, seguro que os sorprendéis de que son muchas más de las que valoráis diariamente.
- Comunicarse con las personas de una forma positiva: Es mucho más fácil que hacerlo de forma negativa y nos aporta tranquilidad, aceptación y empatía con nuestro entorno. Una sonrisa que se comparte nos genera un estado de ánimo positivo y equilibrado.
- Escuchar música: Es importante que ésta nos aporte energía o tranquilidad. No escuchéis música triste si vuestro estado de ánimo es justamente éste. Por la mañana levantaros con música alegre e incluso poneros a bailar si el cuerpo os lo pide. Veréis como las cosas las véis de otra manera desde el minuto 1. Y por la noche antes de acostaros pensad en algo positivo con música relajante de fondo, veréis que esa noche vuestros sueños son tranquilos, placenteros y reparadores.
En realidad no perdemos mucho por intentar adoptar una actitud positiva . Además tiene efectos increíbles para nuestra salud, como evitar el riesgo a
padecer enfermedades, disminuir los
niveles de estrés, retrasar el envejecimiento y lo más importante, conseguir que los que nos rodean copien nuestras acciones y mejore considerablemente el ambiente de nuestro entorno.
Ánimo!!
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