Después de tantos días de excesos, comidas familiares, turrones, polvorones y todo lo demás... llega el momento de parar, purificar, reeducar y planificar una dieta sana y equilibrada.
En realidad no es en absoluto algo complicado, sólo se trata de proponérselo y llevarlo a la práctica.
Ya sabéis que una imagen vale más que mil palabras, así que antes de continuar, echar un vistazo de la pirámide alimenticia.
Como veréis, de los productos de los que hemos abusado tanto estos días, son los que tenemos en lo más alto de la pirámide como consumo ocasional. Estos son bebidas azucaradas, pasteles, dulces, carnes rojas, pan, pasta y mantequilla.
Los productos lacteos recomentados son 1-2 diarios, principalmente en quesos no grasos y yogurt.
Se recomienda incorporar a nuestra dieta 2-3 piezas de fruta diaria y si son de temporada mucho mejor.
El consumo de legumbres es necesario de 2 a 4 veces por semana y los frutos secos crudos es interesante de 3-6 veces a la semana (unas 7 unidades cada vez).
Es muy importante el consumo diario de hortalizas y verduras, pero no como complemento de otros platos, que es lo que erroneamente solemos hacer, sino considerar estos productos como un componente esencial para tener una dieta equilibrada y saludable.
Es suficiente con consumir una ración de proteina diaria (huevos, carne o pescado). La carne roja la limitaremos a una vez cada 15 días por ejemplo y consumiremos preferiblemente carnes blancas de aves como el pollo o el pavo.
En resumen, es importante tener una dieta variada, basada en alimentos frescos, ricos en vitaminas y minerales.
También es fundamental tener en cuenta que es necesario dedicar al menos 20-30 minutos en nuestras comidas principales (desayuno, comida y cena), puesto que el hecho de comer deprisa, de pie o incluso algo que está tan de moda como consultar nuestro smartphone o el ordenador mientras comemos, es definitivamente perjudicial para nuestra salud.
Hay que tener presente que a través de nuestra dieta, nuestro cuerpo obtiene las sustancias necesarias para que nuestro sistema inmune funcione correctamente. Y eso sólo depende de nosotros, así que te animo a que te pares, reflexiones sobre si cuidas tu dieta como debes y si no es así hagas un cambio.
Feliz Año!!
La verdad es que leyendo el artículo te entran ganas de hacer las cosas bien y en serio. Yo ahora a principios de año siempre me propongo comer mejor, beber más agua, hacer más deporte... lo malo es que a medida que pasan los meses el día a día no me lo permite tanto como yo quisiera, pero bueno, lo intentaremos!!
ResponderEliminarGracias por el artículo.
Sí a mí también me pasa, que me planteo comer bien a principios de año, después de semana santa y después del verano. Creo que me voy a imprimir la pirámide de la alimentación y me la voy a colocar en la nevera, a ver si así hago las cosas mejor.
ResponderEliminarSaludos.