En este artículo me gustaría hablaros sobre cómo conseguir tener una actitud positiva en el trabajo.
No hace mucho escribí este artículo, en el que os hablaba de la importancia de tener una actitud positiva en la vida, algo que únicamente depende de nosotros mismos y que es tan beneficioso para todos los que nos rodean.
Ser positivo |
Pero en este artículo me gustaría destacar, la importancia de tener una actitud positiva en el trabajo, un espacio que compartimos con más personas, donde no siempre el ambiente que se respira es el deseado y donde las emociones de cada uno juegan un papel muy importante.
Así que la idea de este post, es que podamos conseguir gracias a nuestra actitud, no solo conseguir pasar nuestra jornada laboral de una forma agradable, sino llegar incluso a disfrutar de ese bien tan preciado que se llama: trabajo.
Y sí, no nos vamos a engañar, trabajar 8 horas diarias (y a veces incluso más) es duro. Pero lo es todavía más si nos mostramos negativos, críticos y enfadados con el mundo nada más llegar a la oficina. Vamos a ponerle un poquito de humor a nuestro día a día!
Consejos para conseguir tener una actitud positiva en el trabajo.
- Antes de empezar la jornada nos tomamos nuestro tiempo: Es fundamental no llegar al trabajo ya estresado. No haber desayunado, las prisas del metro, "¿qué me pongo por dios?", así... no es forma. Hay que tomarse al menos 15 minutos por la mañana a conectar cuerpo y mente. Relajarse, practicar Yoga, pilates, o simplemente sentir nuestra respiración, para tratar de relajarnos nada más empezar el día.
- El desayuno es fundamental: Para iniciar el día con mucha energía, ganas de afrontar nuestra jornada en buena forma y disposición para superar los retos del día a día. Fruta, cereales integrales, tostadas, frutos secos, cosas que nos aporten energía y nos ayuden a sentirnos bien. Nunca debemos entrar a trabajar sin haber desayunado.
- Organización en el trabajo: Es vital para sentirse productivo, conseguir seguir una rutina en la que ningún punto se nos pase por alto. Con esto, conseguiremos liberarnos del famoso estrés, no se trata de trabajar más horas sino de trabajar mejor. Lo podemos conseguir con listas de tareas, agendas, aplicaciones de productividad... hoy en día hay mil formas de no tener que recurrir sólo a nuestra memoria, para poder acordarnos de todo sin olvidarnos de nada, con lo que sin duda nos libraremos de mucha presión porque tendremos la sensación de tenerlo todo bajo control.
- Actitud relajada y positiva: Intentar no ser una persona conflictiva o negativa en la oficina, nos será muy útil. Si somos positivos seremos vistos como personal capaz de resolver tareas, con disposición por aprender y mejorar en nuestro trabajo. Es más fácil saborear los buenos momentos que se producen en nuestra jornada laboral, que dar importancia a los malos, porque son los pequeños detalles del día a día los que nos permiten disfrutar, implicarnos y crecer en nuestra vida profesional.
- Un mal día lo tiene cualquiera: Por supuesto! y eso no quiere decir que tengamos que vernos como el "raro" de la oficina, el que siempre se equivoca o al que siempre señalan. Uno a veces tiene la sensación de que todo le sale mal, de que "no sirve" o de que no será capaz. Pero eso sólo es una sensación, un mal día. Cuando nos sentimos así, cuando todo lo vemos negro y nos acercamos más al abismo que otra cosa, tenemos que respirar profundamente y darnos una nueva oportunidad. Saber respirar y concentrarnos en lo que hacemos nos ayudará a superar cualquier tropiezo, y si además lo sabemos hacer con humor, riéndonos de nosotros mismos: mejor que mejor!
Si aplicamos estos consejos en nuestro día a día, seguro que conseguimos tener una actitud positiva en el trabajo. Por supuesto que no todo el mundo está dispuesto a disfrutar del día a día pudiendo estar de mal humor a todas horas, inventando escusas para no trabajar y poniendo palos en las ruedas a cualquier tema... ¿Pero nosotros queremos ser así?
Yo no!!
Hasta la próxima!
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